(411) ¿SABER QUIERES?

1
¿Saber quieres por qué vivo
tan gozoso;
como el ave que bendice
a su Creador?
¿En el prado y en el bosque
delicioso?
porque Dios me perdonó
en su amor.

CORO:
¡Aleluya! ¡Aleluya!
toda culpa perdonó
mi Salvador.
¡Cuan precioso es Jesucristo,
en mi alma siento el fuego
de su amor!

2
¿Saber quieres por qué vivo
apartado de la fuente
de la dicha mundanal?
Jesucristo por su muerte
me ha salvado;
su presencia, me da paz,
seguridad.

3
¿Saber quieres por qué vivo
yo confiado
aunque ruja en derredor
(atentación?
el Señor Jesús está
siempre a mi lado,
en él hallo paz, delicia celestial.

4
¿Saber quieres por qué vivo
ya salvado,
obedeciendo la palabra del Señor?
siendo ahora en su nombre
bautizado,
con su Espíritu ungirá mi corazón
(412) SAL A SEMBRAR, SEMBRADOR

1
Sal a sembrar sembrador de paz
sigue las huellas del buen Jesús;
muy ricos frutos tendrás, sé fiel,
sigue la senda de paz y luz.

CORO:
Ve, ve, ve, sembrador,
ve, ve, siembra la paz;
habla doquiera del Señor
y de su santo amor.

2
Vasto es el campo, sal a sembrar,
siembra el terreno que Dios te da;
sí, siembra siempre
confiado en Dios,
él tus esfuerzos coronará.

3
No desperdicies el tiempo,
ve, siembra palabras de vida y paz;
semilla entera que da su mies,
rica semilla que no es fugaz.

4
Dios lo ha mandado, sal a sembrar,
nuevas de vida, de amor y paz;
tal vez te cueste dolores mil,
mas en los cielos tendrás solaz.

CORO:
Voy, voy, voy Salvador,
voy, voy, sembraré paz,
habla tú siempre en mí, Señor,
y dame de tu amor.
(413) SALMO 42

1
Así cual ciervo brama
por límpida corriente,
mi corazón ardiente
por ti suspira, ¡oh Dios!

CORO:
\\Sedienta está mi alma
del agua cristalina;
de la verdad divina
mi alma tiene sed//.

2
Mi pan de día y de noche,
son lágrimas candentes;
cuando dicen las gentes:
¿En dónde está tu Dios?

3
¿Por qué te abates, ¡oh! alma,
y clamas con vehemencia;
ten Dios de mí clemencia,
y escucha mi oración?

4
¿Por qué te abates, ¡oh! alma,
y conturbas mi esperanza;
cuando de Dios se alcanza
la verdadera paz?

5
Un abismo llama al otro,
a la voz de tus canales;
todas tus ondas y olas
pasaron sobre mí

6
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué te has olvidado?
¿por qué andaré enlutado
por la opresión de mí?

7
Quebrantados mis huesos,
enemigos me afrentan;
diciendo cada día:
¿En dónde está tu Dios?
(414) SALMO 103

1
Mi Cristo Jesús yo alabo
tu nombre por siempre,
porque me sacaste
del lago de la iniquidad,
ahora alegre le canto a mi Cristo
porque redimido
me encuentro por su salvación.

CORO:
Bendice alma mía a Jehová
en todo tiempo,
bendigan todas mis entrañas
su grande amor,
él es quien perdona
tus iniquidades,
y sana todas tus dolencias
su grande poder.

2
Que dicha se siente en el alma
que se halla segura,
en Cristo la Roca eterna
de la protección,
no mira a los lados
ni siente amargura,
espera callado sus días
con firme decisión.

3
Ahora Señor Jesucristo,
mi alma te implora
por las pobres almas
que vagan muy lejos de ti;
dales la esperanza
que abriga mi alma,
que se hallen seguras
bajo tu santa redención.
(415) SANTA BIBLIA

1
¡Santa Biblia! para mí,
eres un tesoro aquí;
tú contienes con verdad
la divina voluntad;
tú me dices lo que soy,
de quien vine y a quien voy

2.
Tú reprendes mi dudar,
tú me exhortas sin cesar;
eres faro que a mi pie
va guiando por la fe,
a las fuentes del amor
del bendito Salvador.

3
Eres infalible voz del Espíritu
de Dios, que vigor al alma da
cuando en aflicción está;
tú me enseñas a triunfar
de la muerte y el pecar.
(416) SANTO CORDERO

1
Santo Cordero, por tu llamamiento
los convidados están a tu mesa,
ven a traernos el santo alimento,
ven a servirnos según tu promesa.

CORO:
Somos tus hijos y te adoramos,
y hoy te alabamos, ¡oh redentor!

2
Lo que nos das, este pan y este vino,
fiel memorial de tu pacto ya dado,
nos representa, Cordero Divino,
tu sacrificio que expía el pecado.

3
Por libertarnos, Jesús, de la pena,
de expiación nuestra víctima
has sido;
tú nos anuncias
que no hay más condena,
para los fieles que en ti
hemos creído.

4
Por tu mandato, Jesús, celebramos
este convite de eterna memoria;
tu sacrificio cruento anunciamos,
hasta que vengas cubierto de gloria.
(417) SANTO ESPÍRITU DESCIENDE

1
Santo Espíritu,
desciende a mi pobre corazón;
llénalo de tu presencia,
y haz en él tu habitación

CORO:
¡Llena hoy, llena hoy,
llena hoy mi corazón!
¡Santo Espíritu, desciende
y haz en mí tu habitación!

2
De tu gracia puedes darme,
inundando el corazón;
ven, que mucho necesito,
dame hoy tu bendición.

3
Débil soy, oh sí, muy débil,
y a tus pies postrado estoy,
esperando que tu gracia,
con poder me llene hoy.

4
Dame paz, consuelo y gozo,
cúbreme hoy en tu perdón;
tú confortas y redimes,
tú das grande salvación.

5
Santo Espíritu, tú eres
ese prometido don:
Mucho anhelo recibirte,
dame hoy tu santa unción.

6
Ven, bautízame ahora.
Obediente espero aquí, v
en a ser mi eterno guía,
haz tu voluntad en mí.

(418) SE ACERCA EL DÍA FELIZ

1
Se acerca ya el día feliz,
cuando el Señor descenderá;
extenderá su resplandor,
y a su pueblo alumbrará.
Oye, Jehová nuestra canción
y escucha hoy nuestra oración;
yo te he invocado, tú me has oído,
grande y sublime es tu amor.

CORO:
Su reino es reino de paz,
amor eterno y caridad.
Vino a salvar la humanidad,
que recibió por heredad.

2
Jehová es mi luz y salvación,
la fortaleza de mi ser,
no temerá mi corazón;
si a mí se acerca el destructor,
lo venceré, lo destruiré,
llevando a Cristo en mi oración;
pues Jesucristo venció la muerte
por darnos vida y salvación.

3
La tierra tuvo gran temor
cuando el Señor resucitó.
Ella tembló y se sorprendió,
al ver que el juicio declaró
justicia cruel al pecador,
si no se aparta del error;
pues Jesucristo venció la muerte
por darnos vida y salvación.
(419) SE FIEL HASTA LA MUERTE

1
Sé fiel hasta la muerte,
no temas padecer,
la corona de vida
te espera si eres fiel.
Pues Dios la ha prometido
a todos los que le aman,
palabras verdaderas
y fieles estas son.

CORO:
Sé fiel hasta la muerte,
no temas padecer,
la corona de vida
te espera si eres fiel.
Gozo siento en mi alma,
que no he corrido en vano,
carrera de cristiano
sufrido y siempre fiel.

2
Los bienaventurados
de limpio corazón,
verán a Dios de gloria,
en aquel día final.
No juzgues a tu hermano,
mira tu corazón,
palabras verdaderas
y fieles estas son.

3
Grande aflicción se acerca,
cual no fue ni será,
principios de dolores,
mas aún no es el fin.
Jesús está llamando,
dale tu corazón.
Palabras verdaderas
y fieles estas son.

4
Señor, ¿a quién iremos?
otro nombre no hay,
«yo soy el pan de vida,
maná para salud;
venid si estáis cansados,
os haré descansar».
Palabras verdaderas
y fieles estas son.
(420) SE LLEGO LA HORA

1
Se llegó la hora de tu valentía
en que tú publiques
que Cristo vendrá,
no importa la lluvia ni el calor del día,
en la noche oscura él te alumbrará.

CORO:
Háblales de Cristo,
diles que ya viene,
que él no se detiene,
pronto volverá;
háblales de Cristo,
diles que él los salva
de la grande angustia
que en la tierra habrá.

2
Id por todo el mundo dice mi Señor,
lleva el evangelio de gloriosa luz;
no lleves alforja no te servirá,
él pondrá su Espíritu y trabajará.

3
Si eres fiel a Cristo debes trabajar
incansablemente con gran voluntad,
y allá en tu mansión irás a morar,
disfrutando siempre
de su gran bondad.
(421) SED TENGO

1
«Sed tengo», dijiste mi Señor,
cuando estabas pendiente
de una cruz;
esa sed tan intensa de tu amor,
que tuviste por salvarnos,
¡oh Jesús!

CORO:
«Sed tengo», sólo fue la expresión
que usaste para demostrar
tu amor;
esa sed que ardía en tu corazón,
por salvar al más vil pecador.

2
Todavía existe en ti esa sed,
y la impartes al hombre por tu amor,
que haces que en el hombre
pueda haber,
un celo por tu obra y un fervor.

3
Si haces que en tu Iglesia haya sed,
y un celo vivo provocarnos al amor;
en cada uno de los miembros
podrá haber,
el anhelo por tu obra, ¡oh Señor!

Manuel J. Gaxiola
(422) SEGUIRÉ A MI JESÚS

1
¡Soy bautizado
como manda el Salvador!
¡qué grande gozo siento
yo en mi corazón!
ya mis pecados los borró
mi Salvador.
Quiero llegar puro y limpio
a su mansión.

CORO:
Seguiré a mi Jesús;
pues para mí lo del mundo
se acabó
y ayudado de su luz,
proseguir en su camino quiero yo

2
¡Adiós mundo! que hasta ayer
estuve en ti:
Donde el pecado destruía mi vivir,
yo siento gozo desde que me bauticé,
y de volver a pecar, ¡mejor morir!

3
No miro más que el camino de la fe,
donde muy pocos
han querido caminar.
Le pido a Dios que me guarde
en el amor,
quiero llegar puro y limpio
a su mansión.
(423) SEÑOR HOY VENGO A TI

1
Señor, hoy vengo a ti,
después que te ofendí,
arrepentido; antes no comprendí
lo necio que yo fui, porque era ciego,
el mundo me arrastró por sendas
de error y de pecado,
más tarde comprendí mi triste
situación y hoy te he aceptado.

2
Yo siento tu perdón
aquí en mi corazón,
dicha indecible; y vibra sin cesar el
eco de tu voz dentro de mi alma,
nueva criatura soy,
mi vida yo te doy, hasta la muerte,
contigo viviré y no descansaré,
hasta no verte.

3
Hoy puedo sonreír,
llorar de gratitud y de alegría,
y brota de mi ser
un canto de loor y armonía,
disfruto de esa paz que al fin
pude encontrar,
no siendo digno, me gozo
al saber que yo sin merecer,
te he encontrado.
(424) SEÑOR JESÚS

1
Llevo ante tu altar mi plegaria,
deseo tu bendición en mi ser,
espero que a tu trono llegará la
petición que elevo a ti.

CORO:
Señor Jesús, tú eres la luz,
alumbra aquí la senda donde voy;
pues sólo en ti encuentro
yo la paz,
y en tu amor veo tu dulce faz.

2
Mi vida toda a ti yo la entrego,
tú cuídala en la ruda tentación,
que siga las huellas que me
marcaste dándome así tu bendición.

3
Deseo yo anunciar tu evangelio,
pues veo que muchos
hay sin tu amor,
que vagan lejos de tus santos
atrios sin esperanza del perdón.

4
Bendice en todo tiempo mi alma,
constriñe con tu amor a mi ser.
Brindaste a mi alma ya la calma,
espero siempre en ti creer.

Jesús Nava
(425) SEÑOR, TE ALABARE

1
Si yo pudiera comprender
lo que sufriste tú por mí,
no bastaría el servirte
y dar mi vida, Señor, por ti.

CORO:
\\Senor, a ti te alabaré,
tenme en tu gracia,
dame tu bendición//

2
Eres la luz que me ilumina
por el sendero del amor,
pues tú sufriste en el Calvario
mi buen Jesús, mi Redentor.

3
Aunque no puedo tener todo,
yo soy el hombre más feliz,
porque yo sé que he sido salvo
y que contigo voy a vivir.

Marcial de la Cruz
(426) SEÑOR, TE PIDO

1
Concédeme que yo te sea fiel,
y de tu senda no me vaya a apartar;
porque es promesa
que a nadie has de negar,
sólo te pido, Señor,
me des tu Espíritu.

CORO:
Señor, te ruego oigas mi petición,
y con paciencia, Señor, esperaré,
porque yo sé que tú
no eres falaz,
y humillado a tus píes
me postraré.

2
Bendito sea tu nombre,
gran Señor, bendito seas
para siempre, mi Jesús,
que andando yo en tinieblas
del error,
me has sacado de obscuridad
a luz.

3
Por eso yo, Señor,
te pido siempre,
me fortalezcas
con tu gracia espiritual,
para que así yo pueda alabarte,
tu nombre santo
no deje de ensalzar.

4
En tu palabra
encontramos la promesa,
la que a tus hijos
tú siempre has ofrecido:
El que se aparta del mal,
y a ti te sirve,
éste tu gozo muy pronto
ve cumplido.

5
Mis labios quiero
que a ti te alaben siempre,
y tu mensaje lo lleven por doquier;
pero antes quiero
que tú me des tu Espíritu,
para que así todo pueda
yo vencer.
(427) SEPULTADOS JUNTAMENTE

1
Todos fuimos sepultados
como aquel siervo Naamán;
sepultada nuestra lepra,
en las aguas del Jordán.

CORO:
Y sepultados juntamente
en el bautismo de Cristo Jesús,
en esperanza de su muerte
porque él es nuestra guía
y nuestra luz.

2
«En la mar y en la nube»,
vemos en Corintios diez,
«todos fueron bautizados»
juntamente en Moisés.

3
También Pedro nos recuerda,
de la familia de Noé,
de la salvación en agua
sepultados por la fe.

4
Te recibimos hermano
con cariño y con amor,
por haberte sumergido
como manda el Salvador.
(428) SERVIRTE QUIERO

1
Mi anhelo es servirte,
¡oh mi buen Señor!
sólo yo te pido hoy, ¡mi Redentor!
que me des tu ayuda
y tu protección,
y en ti confiado no tendré temor.

CORO:
\\Mi anhelo es servirte,
tuyo soy, Señor;
hazme un hijo humilde
para tu loor//

2
Soy inútil siervo, mi buen Salvador,
tú eres mi esperanza y mi defensor;
en pruebas y angustias
me haces vencedor,
siempre en ti confiado
no tendré temor.

3
Salte de alegría lleno el corazón,
hacia quien nos brinda
de su redención;
a Jesús el Cristo que nos da salud,
tributemos nuestra adoración.

4
Mi alma está contenta
siempre al contemplar,
que Díos por su gracia
nos vino a salvar;
no siendo yo digno, él me redimió,
su sangre preciosa
mis manchas limpió
(429) SI ALGUNO YA ESTA EN CRISTO

1
Si alguno ya está en Cristo,
nueva criatura es,
habiendo sepultado
de su alma la vejez;
andando en otra vida,
sirviendo lo mejor,
sabiendo que el trabajo
no es vano en el Señor.

CORO:
Todos sigamos al Señor Jesús,
obedeciendo solamente a él,
él nos dirija por su senda y luz,
y nos conceda ser la Iglesia fiel.

2
Hoy llama a los cansados,
Jesús el Salvador,
quitándoles la carga
que pone el tentador;
y luego salen libres,
andando por doquier,
de Cristo el santo nombre
haciéndolo saber.

3
La Biblia es nuestro amparo,
nos da la instrucción.
Nos sirve como faro
que alumbra al corazón;
y luego la promesa
que Cristo nos envió,
nos da la fortaleza, paz,
gozo y santo amor.

4
Alcemos todos cantos a Dios,
de gratitud,
porque él nos hizo santos
por Cristo y su virtud.
Fijemos nuestra vista
en Cristo el Capitán,
con fuerza, entonces suya,
vencemos a Satán.
(430) SIEMPRE ORAD

1
«Siempre orad», muy pronto
viene Cristo,
guarda bien tu corazón;
retén firme todo lo que tienes,
tú tendrás tu galardón.

CORO:
«Siempre orad»,
nos manda Cristo,
y velad … en oración;
pronto vendrá … él en las nubes,
nos dará su bendición.

2
«Siempre orad», que si hoy
viniere Cristo,
él te halle en la lid,
con la espada suya bien empleada,
fiel por nuestro Adalid.

3
«Siempre orad», si,
vive aquí velando,
es mandato del Señor;
sin demora toma la promesa,
del gran fiel Consolador.

4
«Siempre orad»,
constante y con celo,
ejercítate en la fe;
ten el ánimo de Jesucristo,
y sus huellas sigue fiel.
(431) SIERVOS DE JESÚS

1
Siervos de Jesús,
hombres de verdad,
guardas del deber somos sí;
libres de maldad, ricos en bondad,
y seremos fieles en la lid.

CORO:
Firmes, fuertes, alcen la bandera,
grande, noble emblema
del amor,
pronto, pronto vamos
por doquiera,
marchen todos vamos a vencer.
.
2
¡Cuan hermosos son!
los que sin temor listos
al llamar del clarín,
luchan sin cesar, sufren sin dudar,
guardas del deber
siempre hasta el fin.

3
Nuestro Capitán es ya vencedor,
él nos redimió por su cruz;
guardas del deber él nos da poder,
y nos guardará en su santa luz

4
Invencibles son los que con afán,
cada día van al deber;
gloria y luz tendrán y recibirán
grande galardón entre la grey.

D. Morales
(432) SIGUE ADELANTE

1
Fiel siervo sigue, sigue adelante,
de triunfo en triunfo por tu Señor;
sigue adelante y no desmayes,
que allá te espera tu Salvador.

CORO:
Sigue adelante, sigue adelante,
de triunfo en triunfo,
por tu Señor;
sigue adelante, sigue adelante,
mira valiente a tu Salvador.

2
Siendo soldado de Jesucristo,
lleva el escudo de fe y amor;
toma el apresto del evangelio,
que va contigo tu Salvador.

3
Si estás triste y agobiado,
pon tu mirada en el Señor;
a consolarte viene a tu amparo
lo ha prometido tu Salvador.
(433) SIGUIENDO YO A CRISTO

1
Siguiendo a Cristo yo quiero llegar,
siguiendo yo a Cristo, yo quiero vivir,
yo nunca pensaba
en la vida de Cristo,
porque no sabía amarle en verdad.

CORO:
SI yo amo al mundo
tendré que morir,
porque yo sin Cristo
no puedo vivir,
si yo amo al mundo
tendré que morir,
porque yo sin Cristo
no puedo vivir.

2
Amigo rendido entrégate a Cristo,
convence tu alma si dudas de él,
sirviéndole a Cristo
es nuestra promesa
gozar las moradas, que prometió él.

3
Un día tan triste oí su palabra;
que dijo a mi alma, busca a tu Dios,
estando afligido bendijo mi alma,
y me dio la calma, mi bendito Dios
(434) SI MILES Y MILLONES MUEREN

1
Haz oído tú de miles,
miles el clamor,
perdidos en la obscuridad;
en vano buscan
obtener la salvación,
sin entender que en Cristo está.

CORO:
Si miles y millones mueren,
si miles mueren
sin saber del Salvador;
podrás tú negarte a ir,
dirás estoy bien aquí;
cuando miles mueren
sin ser salvos.

2
Haz oído tú de miles,
miles el clamor,
que siguen del hombre tradición;
cuando puedes tú llevar a ellos
la salud con el mensaje del Señor.

3
Haz oído tú de miles,
miles el clamor,
que van hacia la eternidad;
cómo dejan este mundo sin saber
de Dios, vé, el evangelio a predicar
(435) SI NO ES ESO AMOR

1
Dejó su trono de gloria,
aún sabiendo su fin
que sería en el monte Calvario,
que por mí habría de morir.

CORO:
Si no es eso amor,
no habría agua en el mar,
no habría estrellas ni sol,
ni aves podrían volar.
Si no es eso amor,
el cielo no es real,
sería en vano sentir,
si no es eso amor.

2
Aún en el mortal suplicio
mostró su compasión,
al ladrón que clamó arrepentido,
al paraíso con él le llevó.
(436) SIN CRISTO PERDIDO ESTUVIERA

1
Sin Cristo perdido estuviera,
sin Cristo ¿qué fuera de mí?
sin él yo por siempre vagara
como barco sin vela en el mar.

CORO.
Cristo, oh Cristo
¿le conoces a él?
¿o le rechazas hoy?
Cristo, oh Cristo.
Sin mi Cristo
qué triste es vivir.

2
Sin Cristo mi alma perdida,
sin Cristo vagara en error,
sin él no tuviera consuelo,
mas por gracia él ya me salvó

3.
Con Cristo hay paz en tu alma,
con Cristo hay salud para ti,
con Cristo hay vida eterna,
ven a él y esto tuyo será
(437) SIN FE Y SIN ESPERANZA

1
Sin fe y sin esperanza
mi vida derroché,
llevando sin descanso
la carga del dolor.
De penas doblegado, así vagaba yo
errante en este mundo
de angustia y aflicción.

CORO:
Un rayo luminoso
cubrióme con su luz,
radiante, esplendoroso
partiendo de una cruz,
en ella estaba Cristo
sufriendo por mi bien,
vertió sangre preciosa
mostrándome su amor.

2
Lavado fui de culpas,
mi carga él quitó,
consuelo paz y gozo
puso en mi corazón,
henchido de alegría
hoy sirvo a mi Señor,
y arde en mí constante
la llama de su amor.

3
Estaba en el pecado
esclavo del error.
Contrito y humillado
yo vine al Salvador,
oí su voz amante que dijo con amor
Tus culpas he pagado,
perdón tienes de Dios.

Hnos. López
(438) SI TU COPA REBOSA DE AMOR
( La segunda copa)

1
Si tu copa rebosa de amor,
y por obra lo quieres poner,
sé un obrero del Señor,
donde quiera sin temer,
si tu copa rebosa de amor.

CORO:
Si tu copa rebosa de amor,
si tu copa rebosa de amor,
tendrás gozo y paz,
cerca de tu Salvador,
si tu copa rebosa de amor.

2
Si tú a Cristo le quieres servir,
no te debes jamás descuidar,
por el tiempo de vivir,
como Cristo te ha de guiar,
si tu copa rebosa de amor.

3
Son tramposas las vías de Satán,
a las cuales si quieres vencer,
ora a Cristo y se van,
él las puede deshacer,
si tu copa rebosa de amor.

4
No te olvides jamás de leer
las palabras de vida y de luz,
por las cuales has de ver
el camino de Jesús,
si tu copa rebosa de amor.

Marcial de la Cruz
(439) SI TU NO VAS, YO SI ME VOY

1
Es un tesoro que me encontré,
del cual también te ofrezco yo:
Es Cristo, y tiene plena paz,
confianza entonces en él pondrás.

CORO:
Si tú no vas, yo si me voy,
a las mansiones del Salvador;
allá por siempre yo estaré,
a Cristo siempre yo alabaré.

2
¿A dónde está hoy tu aguijón?
¡oh, muerte atroz!
se te venció, y tu victoria ya se fue;
a Cristo siempre yo alabaré.

3
El mandamiento es singular,
acéptalo de corazón,
y si te quieres bautizar,
que sea en el nombre
de mi Salvador.

Marcial de la Cruz
(440) SI VIVES EN JESÚS

1
Si es tu vida en Jesús,
si es en él tu esperanza,
si caminas en la luz si él es
toda tu confianza,
nunca no temerás,
nunca nada en el mundo
nunca en él mal verás,
nunca muerte tendrás

2
Nunca es triste el vivir,
si es en Cristo tu vida;
si en las pruebas hay paz,
si él endulza tu vida,
llenando de caridad tu alma,
cuando afligida
llora ante la impiedad,
él te consolará.

3
Yo sé que mi Jesús,
nunca me desampara;
yo sé que en mi dolor fortalece
mi alma;
mientras viva yo aquí, él será mi
esperanza, como en mi mocedad
él conmigo estará.

4
En mi infancia soñé
que moraba en la gloria,
me dio en mi juventud
una eterna memoria,
y algún día le veré
como dice la historia,
y por eso en Jesús nunca
es triste vivir.
(441) SI YO GANO EL MUNDO

1
Si yo gano el mundo
y pierdo a Cristo
¿qué provecho para mí dará?
y si en traje mundanal me visto,
ahorrando un tesoro aquí,
y si yo granjeare sus riquezas
¡qué gran pérdida sería a mí!
terrenal tesoro pierde el alma,
si se pone el corazón ahí.

2
Si tuviere aquí sin fin de bienes,
y granjeare fama sin igual,
tú ¡oh mundo vil!
¿qué premio tienes
que iguale a vida inmortal?
por gozar placeres sin medida
y amigos, tierra y amor,
¿debo yo perder en mi salida
de la vida aquí al Salvador?

3
Sin Jesús ¡qué triste vive el alma!
¡cuan vacío el corazón sin él!
él, que torna tempestad en calma,
y desierto seco en un vergel;
sin Jesús hay sólo noche obscura,
y la vida es triste en soledad.
¿Qué sería morar en la negrura,
y sin él por una eternidad?

4
¡Qué delicia es conocer a Cristo!
y vivir guardado por su amor,
no hay dolor ni afán
que él no haya visto,
con ternura sana el dolor;
si yo tengo a Cristo por mi amigo,
y si estoy confiado en su poder,
él promete siempre estar conmigo
y lo necesario proveer.
(442) SOLO POR FE EN CRISTO

1
Sólo por fe en Cristo se salva,
y el alma siente consolación;
Cristo es la aurora, él es el alba,
que trae al hombre la salvación;
busca la biblia y lee su palabra,
ella dice la verdad;
y hallarás que Cristo vino
para darnos libertad.

2
Ya no desprecies más el mensaje
abre las puertas del corazón;
vístete ahora de un nuevo traje,
deja el vestido de corrupción.
Cristo te cambia aun tu lenguaje,
si le sirves de verdad;
y te da la vida eterna,
en la casa de Jehová,

3
Hoy es el tiempo de la promesa,
la que ha ofrecido mi Salvador;
él vino a darnos la fortaleza,
y a guiar a su pueblo en el amor.
Cristo a sus hijos da la pureza,
y les da seguridad,
y les quita la tristeza,
¡Gloria al nombre de Jehová!

4
En este mundo somos muy pobres,
y perseguidos con gran terror;
allá en el cielo
se hallan los nombres
de los que sufren por el Señor;
por eso Cristo busca valientes,
que se quieran esforzar,
y que lleven su mensaje,
donde puedan escuchar.
(443) SONARA LA TROMPETA

1
Las cosas que Jesús
dijo que pasarán,
ya todas se han cumplido
sólo una falta ya,
que Cristo
venga en gloria
a recoger su grey.
Muy pronto la trompeta sonará.

CORO:
Sonará la trompeta en Sión,
sonará, sonará, sonará
la trompeta en Sión,
y Jesús nos llevará.

2
Si no estás preparado
aquí te quedarás,
si no te has bautizado
debes hacerlo ya;
Jesús te está llamando,
dale tu corazón,
muy pronto la trompeta sonará

3
Si tú ya le aceptaste,
debes perseverar
y poner tu confianza
en Cristo el Capitán;
el triunfo no está a medias,
está hasta el final,
muy pronto la trompeta sonará.
(444) SOY EL HIJO DE UN REY

1
Mi padre es un Rey,
muy rico sin par,
él tiene caudales inmensos doquier;
su oro y diamantes
no puede contar,
tesoros que nadie podrá contener.

CORO:
\\Soy el hijo de un Rey,
el hijo de un Rey;
con Cristo bendito
soy el hijo de un Rey//.

2
El Hijo de Dios, mi buen Salvador,
al mundo viniendo muy pobre vivió;
hoy reina en la gloria
cubierto de honor,
y hogar en los cielos
con Dios me ofreció.

3
Errante viví sin patria, ni hogar,
un vil extranjero sin Dios y sin fe;
mas Cristo bendito
me quiso adoptar,
corona y mansión
en los cielos tendré.

4
¡Qué importa que yo
no tenga ni hogar!
¡yo tengo un palacio
del sol más allá!
y mientras que llego
yo puedo cantar
Soy el hijo de un Rey,
aleluya a Jehová!

Juan N. de los Santos
(445) SOY PEREGRINO

1
Soy peregrino aquí
en este mundo triste,
no tengo hogar donde morar,
voy caminando
con muchas dificultades,
pero en el cielo está mi hogar.

CORO:
He de luchar
para poder tener mi hogar
con Jesús mi rey,
he de sufrir
para poder ganar,
una corona está allá en el cielo,
que si soy fiel
la tengo que ganar.

2
En medio del dolor
siento el amor de Cristo,
que me hace amarle más y más;
es una bendición
llevar la cruz de Cristo,
es una gloría de él vivir

3
Hay un vergel de rosas
que me esperan
allá en mi hogar, mi dulce hogar,
donde dolor no hay,
ni más tristezas,
todo es un gozo espiritual.

Autor: Vicente Moreno Reyes.
(446) ¿SOY YO SOLDADO DE JESÚS?

1
¿Soy yo soldado de la cruz,
y siervo del Señor?
no temeré llevar su cruz,
sufriendo por su amor.

CORO:
Después de la batalla nos
coronará, Dios nos coronará,
Dios nos coronará;
después de la batalla nos
coronará, en aquella santa Sión:
Más allá, más allá,
en aquella santa Sión:
Después de la batalla nos
coronará, e
n aquella santa Sión.

2
Lucharon otros por la fe,
¿cobarde habré de ser?
por mi Señor yo pelearé,
confiando en su poder.

3
Es menester que sea fiel,
que nunca vuelva atrás;
que siga siempre en pos de él,
y me guiará en paz.
(447) SUAVE MURMULLO

1
Suave murmullo de las estrellas,
oigo decir: Viene Jesús;
escucho un ruido entre todas ellas,
miro fulgores de hermosa luz

CORO:
Por eso canto con alegría,
con alegría de corazón.
A Cristo sirvo de noche
y de día,
porque me ha dado
ya mi salvación.

2
En este mundo somos muy pobres,
y perseguidos con gran terror;
allá en el cielo
se hallan los nombres
de los que luchan por su Señor.

Hnas. Moroyoqui
(448) SU AMOR ME LEVANTO

1
Lejos de mi dulce hogar,
vagaba yo sin Dios,
a través de tierra y mar,
sin esperanza y paz;
mas el tierno Salvador,
viéndome en aflicción,
por su infinito amor me levantó.

CORO:
Su gran amor me levantó,
de densa obscuridad
me libertó;
su grande amor me levantó,
de densa obscuridad me libertó.

2
Todo entrego a mi Jesús,
siempre le seguiré;
he tomado ya la cruz,
y el mundo atrás dejé;
tan excelso y grande amor
requiere la canción,
y el servicio fiel de cada corazón.

3
Ven a él, oh pecador,
no te rechazará;
con ternura el buen Pastor
hoy te recibirá;
tus pecados borrará,
gozo tendrás sin par; gracia
y fuerza te dará para triunfar.
(449) SU AMOR SE DERRAMO

1
«Ya su amor se derramó
para salvar a la gente,
yo quiero decir con cantos
todo lo que mi alma siente».

CORO:
Porque siento en el alma
que el alto Dios me ha guardado,
vino a morir en la cruz,
por mí fue crucificado.

2
«Como a las tres de la tarde
cuando el Señor expiró,
toda la corte del cielo
a su voz se conmovió».

CORO:
(2a. y 3a. estrofa)
por eso he escrito en el alma,
que el alto Dios me ha guardado,
vino a morir en la cruz,
por mí fue crucificado.

3
«A mi Señor yo le amo,
jamás le podré negar,
cuando fue muerto en la cruz,
tomado fue mi lugar».
(450) SUBLIME AMOR

1
Sublime amor es el amor de Dios,
sublime don que de gracia él nos dio,
con qué pagar este
tan grande amor,
sublime amor, sublime amor,
el que en cruenta cruz mostró.

CORO:
Por eso le amo,
porque él me amó primero;
yo quiero sentir
lo que él sintió por mí,
dando su vida
en una cruz murió.
Sublime amor, sublime amor,
el que tuvo para mí.

2
Cuando él oraba
allá en el Getsemaní,
pidiendo al Padre,
perdón por ti y por mí,
gotas de sangre
de sus sienes le brotaban;
sublime amor, sublime amor,
que jamás olvidaré.
(451) SUENEN DULCES HIMNOS

1
¡Suenen dulces himnos,
gratos al Señor,
y óiganse en concierto universal!
desde el alto cielo baja el Salvador
para beneficio del mortal.

CORO:
I Gloria! ¡gloria sea a nuestro Dios!
¡gloria, sí, cantemos a una voz!
y el cantar de gloria
que se oyó en Belén,
sea nuestro cántico también.

2
Montes y collados
fluyan leche y miel,
y abundancia esparzan y solaz;
gócense los pueblos, gócese Israel,
que a la tierra viene ya la paz.

3
Salte de alegría, lleno el corazón,
la abatida y pobre humanidad;
Dios se compadece
viendo su aflicción,
y le muestra buena voluntad.

4
Lata en nuestros pechos
noble gratitud
hacia quien nos brinda redención:
Y a Jesús el Cristo que nos da salud,
tributemos nuestra adoración
(452) SU ESPÍRITU SANTO

1
Su Espíritu Santo hoy aquí
el fuego hará derramar,
el gozo vendrá,
y todo mi ser le alabará.

CORO:
Qué glorioso es sentir su poder,
su Espíritu Santo en mi ser;
más cerca vivir, sentir su calor
por la eternidad.

2
Su Espíritu Santo en mí ser,
la prueba me ayuda a vencer,
su fuerza me da,
su gracia me da seguridad.

3
Su Espíritu Santo dará
a todo el que acepta su cruz,
el gozo vendrá,
y por siempre su vida cambiará.

Rafael Espinosa Morales
(453) SU GRACIA ES MAYOR

1
Su gracia es mayor
si las cargas aumentan,
su fuerza es mayor
si la lucha es más cruel,
si más son las penas,
mayor es su gracia, si más
son las cargas, mayor es su paz.

CORO:
Su amor no termina,
su gracia no acaba,
un límite no hay, al poder de Jesús;
pues que sus inmensas riquezas
en gloria abundan sus dones,
abunda su amor.

2
Si nuestros recursos
se habrán agotado,
si fuerzas nos faltan para terminar,
si a punto ya estamos de
desanimarnos, el tiempo
ha llegado, en que Dios obrará.

3
Pero aunque las luchas
fatiguen mi alma, en nombre
de Cristo las he de vencer,
su gracia constante me ayuda
en la vida, pues si él es mi guía
seguro estaré.
(454) SUMISIÓN

1
La senda de la cruz
me ha acercado a Dios,
aunque por penas ya pasé,
andando con Jesús,
viviendo en la luz su gozo
alcanzaré.

CORO:
No lo que quiera hacer,
ni a donde quiera Ir,
pues ¿quién soy yo
que deba decidir?
mi Padre escogerá
la senda que es mejor
y así feliz yo puedo Ir.

2
Sufriendo por Jesús,
hablando de su amor,
llevando por doquier su voluntad,
no temo ya morir
por mí murió Jesús,
ya salvo soy, iré con él.

3
Las penas y el dolor,
llevarlas con amor,
para alcanzar corona allá,
no temeré la cruz, así sufrió Jesús,
murió por redimirme a mí
(455) SUPREMA ALABANZA

1
Demos suprema alabanza
a Jesús el Salvador,
porque nos dio la esperanza
de vida y de salvación.

CORO:
Por el mundo proclamemos,
sus dones y su bondad,
y ricos frutos tendremos,
en bien de la humanidad.

2
Venid hoy, y celebremos con
alabanza al Señor;
digno es que todos
le demos loor a su eterno amor.

3
Dios, sobre todo te amamos,
y proclamamos tu amor;
por Jesucristo entonamos
cantos con todo fervor.

4
Digno tú eres Señor, de honra,
gloria y virtud;
pues nos criaste con amor
que existe en ti en plenitud.

Maclovio Gaxiola L